1.1.INTRODUCCIÓN

 

 

El placer funciona de una manera misteriosa siendo diferente para cada uno y los colectivos. Ya que se puede experimentar placer individualmente compartiéndolo o dependiendo de la situación y el contexto, este cambia y se transforma.

 

Una experiencia placentera no se puede catalogar, determinar y mucho menos interpretar, pero se puede aprender de ella (Stuart, 1984). Normalmente estas experiencias huyen de la rutina y la cotidia- nidad es decir, son causadas cuando algo resulta novedoso e incluso llegamos a convertir de la rutina experiencias nuevas para poder experimentar el placer. Pues conlleva conexiones y percepciones en relación con nuestra habilidad para captar y transformar la información de la realidad.

Una sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna necesidad. Esto refiere a la Pirámide de Maslow, nombrada con anterioridad Una teoría sobre la motivación humana, (Maslow, 1943). Su idea básica es: sólo se atienden necesidades superiores cuando se han satisfecho las necesidades inferiores, aspirando después a satisfacer necesidades superiores.

 

Para la experiencia del placer la repetición se explica de un modo negativo; algo que no es novedoso no nos brinda una experiencia placentera, ya que solo es concebido lo puramente placentero en ex- periencias novedosas, situaciones espontáneas, no esperadas. Cuando nos enfrentamos a momentos vividos con anterioridad, lo reiterativo se convierte en acciones mecánicas, estas acciones se realizan sin ningún tipo de pensamiento previo ni contemplación a lo que estamos realizando. (Lowen, 1994)

Se puede deducir que la reiteración de experiencias idénticas es aburrida, ¿Pero puede la repetición despertar impulsos del placer?

 

Para Deleuze (2002:173) «se denomina placer al proceso, a la vez cuantitativo y cualitativo, que re- suelve la diferencia» . Puesto que en la repetición tiene lugar este proceso se accede por la reminis- cencia, y ésta produce placer, es decir, no limita el pasado a lo ya vivido sino que lo enriquece con la experiencia posterior.

 

La repetición es propia del presente como sucesión de movimientos repetitivos en los cuales no lle- gamos a encontrar diferencias, pero no todo esta en el punto en el que se mira, si no como se mira. Si cada vez que realizamos alguna de las acciones cotidianas creamos una diferenciación entre ellas, sin darnos cuenta procesamos nuevos estímulos, esto se debe a la creatividad de cada persona y su imaginación.

 

«El placer y la creatividad están dialécticamente relacionados. Sin placer, no puede haber creatividad. Sin una actividad creativa frente a la vida no habrá placer» (Lowen, 1994:32).

 

La repetición y el placer serían entonces una tendencia a mantener la excitación del organismo, al nivel más bajo posible.Freud descubre que la repetición está ligada al principio del placer. En los juegos infantiles, por ejem- plo, la obsesión de repetición y la satisfacción instintiva acompañada de placer, parecen estar clara- mente relacionados. Así mismo, nos dice Deleuze, que se produce placer ligado a la contemplación como respuesta del yo contemplativo al problema planteado por la urgencia de la vida.

 

Entendiendo que, mostrar acaba siendo sinónimo de aprender, dar a conocer los propios intereses y experiencias del sujeto que estudia el placer en lo cotidiano, el colectivo accede a conocer su visión al recibir la información de cualquier aspecto de la cotidianidad, simple o compleja.Encontramos una serie de artistas en las que su trabajo se trata siempre de un punto de vista etnográ- fico, donde exhibir su cotidianidad y mostrar al colectivo se convierte en una practica similar a la de este apartado, convertir lo privado en público, es el caso de Lima Schenyus, quien tras colgar una serie de fotografías de su vida privada, realizando diferentes acciones que ello conlleva, consiguió con estas una repercusión en masa, comentada y seguida por los últimos años. No dejan de ser instantáneas donde e artista juega con la ficción de un momento, para convertirlo en una realidad, una realidad que se quiere mostrar, Ben Ner5, protagonizó junto a su familia una serie de vídeo-narraciones, mostrando una visión surrealista de su vida, otorgándole una visión rozando la ironía, no deja de representar una realidad ficticia, pero el simplemente de querer tornar la visión de una vida cotidiana para ensalzar los pequeños momentos que esta trae consigo, es de lo que se trata esta investigación, engrandecer lo banal, como Michael Auder, fotógrafo y cineasta francés, que jugaba con la visión de la cotidianidad, la grandeza se convierte en mera simpleza.

 

En este capitulo, tratamos el placer desde un enfoque etnográfico, generando un banco fotográfico y de vídeo-documentos biográficos al mostrar momentos “in situ” a través de las redes sociales, median- te un soporte que nos posibilita capturar en tiempo real las experiencias placenteras que persigue esta investigación, la aplicación de instagram, recoge gran cantidad de contenido visual, permitiendo así la grabación y reproducción, donde gracias al medio, estas conservan esa esencia de espontaneidad, mostrando diferentes formas de percibir el placer en la cotidianidad, estas micro-narraciones nos per- mitirán después encontrar las estructuras del placer para generar las siguiente propuestas investigadoras.